Cada 25 de marzo, la Iglesia conmemora la Anunciación del Señor, un evento clave en la historia del cristianismo que marca el inicio de la encarnación del Verbo Divino.
Especial.- Hoy, 25 de marzo, la Iglesia católica celebra la Solemnidad de la Anunciación del Señor, una fecha que rememora el instante en que el arcángel Gabriel visitó a María en Nazaret para comunicarle que había sido elegida por Dios para ser la madre de Jesucristo. Este acontecimiento, narrado en el Evangelio de Lucas (Lc 1, 26-38), representa un punto de inflexión en la historia de la humanidad y la redención.
El mensaje del ángel Gabriel
Según las Escrituras, el ángel Gabriel se presentó ante María con las palabras: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo”. Este saludo resalta la singularidad de María, quien había sido preservada del pecado original y estaba destinada a una misión trascendental.
María, a pesar de su sorpresa, respondió con humildad y valentía: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según tu palabra”. Con esta aceptación, se selló el inicio de la encarnación de Jesucristo, el Salvador del mundo.
Significado teológico y litúrgico
La Anunciación del Señor es una solemnidad que subraya la importancia de la obediencia y la fe en el plan divino. Representa el inicio de la salvación y está profundamente vinculada con la Navidad, ya que se celebra exactamente nueve meses antes del nacimiento de Jesús.
El Catecismo de la Iglesia Católica explica que este evento manifiesta la cooperación de María en el misterio de la redención (CIC 484-511). Su “Sí” simboliza la aceptación incondicional de la voluntad divina.
Una celebración con tradición milenaria
Desde los primeros siglos del cristianismo, la Anunciación ha sido venerada en la liturgia. En el siglo VII, la festividad ya se conmemoraba en Roma y Constantinopla. En algunas culturas, esta fecha también está asociada con la valoración de la maternidad y la vida.
Relevancia en la actualidad
En un mundo donde la incertidumbre y el desasosiego prevalecen, la Solemnidad de la Anunciación sigue siendo un recordatorio del poder de la fe y la confianza en Dios. Las comunidades católicas alrededor del mundo celebran esta fecha con eucaristías, rosarios y reflexiones sobre el papel de María en la historia de la salvación.