Gabriele Amorth, exorcista principal del Vaticano, inspiró la película protagonizada por Russell Crowe. Sus creencias sobre el demonio y la fe generaron controversia.
El exorcista del Papa: la historia detrás de la leyenda
La nueva película «El exorcista del Papa», protagonizada por Russell Crowe, retrata la vida del padre Gabriele Amorth, uno de los exorcistas más influyentes del Vaticano. Amorth, fallecido en 2016 a los 91 años, aseguraba haber realizado más de 60.000 exorcismos y advertía sobre la presencia del mal en la sociedad contemporánea.
Un hombre de fe con convicciones firmes
El sacerdote fundó la Asociación Internacional de Exorcistas y se convirtió en una figura clave dentro del catolicismo. Creía firmemente en la posesión demoníaca y criticaba elementos de la cultura popular, como la saga de Harry Potter y el yoga, al considerarlos «puertas abiertas al mal».
«El diablo actúa de manera sutil, pero está presente en todos los ámbitos de la vida», declaró en una de sus entrevistas. Amorth también afirmaba que personajes históricos como Adolf Hitler y Joseph Stalin estaban bajo la influencia del demonio.
El cine y la realidad del exorcismo
Gabriele Amorth destacó la veracidad de la clásica película «El Exorcista» (1973), dirigida por William Friedkin. Según él, el filme era «sustancialmente preciso» en su representación de los rituales de exorcismo y la lucha entre el bien y el mal.
Su legado ha inspirado múltiples producciones cinematográficas, siendo «El exorcista del Papa» la más reciente. La película muestra la batalla espiritual entre el padre Amorth y una entidad demoníaca que posee a un niño postrado en cama, con escenas que han impactado a los espectadores.
El Papa Francisco y los exorcismos
El exorcismo ha sido un tema recurrente dentro de la Iglesia Católica. Se ha reportado que el Papa Francisco, cuando era arzobispo de Buenos Aires, realizó un exorcismo y ha reiterado en varias ocasiones su creencia en la posesión demoníaca.
La figura del padre Amorth sigue generando debate entre creyentes y escépticos. Sin embargo, su influencia en la lucha contra el mal dentro de la fe católica permanece vigente.
