Especial.- El acontecimiento marca el comienzo del tiempo del Espíritu y llama a los fieles a ser testigos del Evangelio con alegría, esperanza y unidad.
La Ascensión inaugura un nuevo tiempo para la Iglesia
La Solemnidad de la Ascensión del Señor, celebrada este domingo en muchas diócesis del mundo, representa un punto de inflexión en la historia cristiana. La Iglesia entra en un tiempo nuevo: el tiempo del Espíritu Santo, la misión y el testimonio. Así lo expresó el obispo de Los Teques, monseñor Freddy Jesús Fuenmayor, en su mensaje a la feligresía.
En esta solemnidad, que precede a Pentecostés, el libro de los Hechos de los Apóstoles relata la escena en la que Cristo resucitado asciende al cielo, dejando a sus discípulos la misión de ser testigos “hasta los confines del mundo” (Hch 1,8). En el Evangelio según san Lucas, Jesús bendice a sus discípulos antes de subir al cielo, promesa de una presencia que no cesará: la del Espíritu Santo.
Un llamado a la acción desde la fe
“El Señor nos llama a anunciar su Evangelio, desde nuestras parroquias, grupos, asociaciones, familias y lugares de trabajo. No debemos quedarnos paralizados mirando al cielo”, exhortó el obispo.
Monseñor Fuenmayor destacó que la Ascensión no implica una ausencia, sino una nueva forma de presencia. “Jesús estará con nosotros hasta el final, en su Palabra, en los sacramentos y por medio del Espíritu que derramará sus dones sobre la Iglesia”.
Evangelizar con esperanza y delicadeza
La celebración coincidió con la LIX Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, cuyo lema es: “Compartan, con delicadeza y respeto, la esperanza que hay en sus corazones” (cf. 1 Pe 3,15-16).
Recordando el mensaje publicado por el papa Francisco en enero pasado —fecha en la que aún se encontraba con vida—, monseñor Fuenmayor destacó la invitación a los periodistas y comunicadores católicos a “ser comunicadores de esperanza” desde una labor renovada, fiel al Evangelio.
Unidad familiar como testimonio de fe
Desde la Plaza San Pedro en Roma, el papa León XIV presidió la celebración del Jubileo de las Familias, los Niños, los Abuelos y los Ancianos, correspondiente al VII Domingo de Pascua, donde se celebró también la Ascensión el pasado jueves.
Durante la homilía, el pontífice exhortó a redescubrir la vocación de la familia como santuario del amor fiel y fecundo. “La unidad familiar es signo de esperanza. Que nuestras familias sean hogar de amor, paz y reconciliación”, expresó.
Al culminar la misa, en el rezo del Regina Coeli, pidió a la Virgen María que bendiga a todas las familias para que sean signo de unidad y paz en el mundo.
EDIPAC celebra Jubileo en Yare
Monseñor Fuenmayor también felicitó al Equipo Diocesano de Pastoral de la Comunicación (EDIPAC) por su labor evangelizadora y el Jubileo celebrado en el Santuario Eucarístico de Yare, ejemplo del compromiso eclesial en el ámbito comunicacional.
Una Iglesia viva y comprometida
La Solemnidad de la Ascensión del Señor no es un punto final, sino una puerta abierta hacia la misión. Es una invitación clara a asumir con alegría y compromiso la tarea de ser testigos de la resurrección, en comunión, y en todos los espacios donde la vida se desarrolla.
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